Intenciones del Santo Padre Benedicto XVI para el mes de Septiembre 2011

PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy comenzamos de nuevo con las catequesis del Año de la fe, reflexionando sobre la resurrección de Jesús. ¿Cómo se ha transmitido esta verdad de fe? En las Escrituras encontramos dos tipos de testimonios al respecto: el primero, las breves fórmulas como la que hemos escuchado en la lectura del Apóstol, que indican con concisión el núcleo de la fe: la pasión, muerte y resurrección del Señor. El segundo, las narraciones que relatan el acontecimiento. Es significativo el hecho de que sean mujeres, que según la ley no podían dar un testimonio fiable, las primeras en anunciar la resurrección. Dios no las elige con criterios humanos sino que mira a su corazón. Su experiencia parte del amor, que las mueve a acudir al sepulcro, y que las hace capaces de acoger el signo de la tumba vacía y el anuncio del mensajero de Dios, y trasmitirlo, pues la alegría y la esperanza que las invade no se puede contener.

Audiencia General 03 de abril del 2013.



domingo, 4 de julio de 2010

LA VIDA ES UN DERECHO FUNDAMENTAL

La vida es un derecho fundamental, sobre este derecho se fundamentan los demás derechos humanos. Nadie puede disponer de la vida de otro, ni al inicio ni al final de esta.

El aborto no es un "derecho de la mujer" y mucho menos un "derecho humano" como lo ha llamado Hillary Clinton.

El derecho a la vida de cada ser humano nos concierne a todos. Los que estamos en capacidad de defender la vida de los que no pueden defenderse (los que están en el vientre de sus madres y los enfermos terminales), tenemos el deber moral de actuar en consecuencia, de ser la voz de los que no tienen voz y de los que no pueden expresarse .

El aborto es siempre un hecho ilícito, no existe ninguna causa, nigún motivo, que justifique sacrificar la vida de un ser humano inocente e indefenso. El aborto no soluciona nigún problema, por el contrario, es el origen de otros problemas. Los hombres y mujeres que han acudido al aborto como una salida se enfrentan a un dolor que les dura toda la vida, es una herida abierta que duele siempre, que consciente o inconscientemente se refleja en sus acciones, en su relación consigo mismos y con los demás.

Los que ocupan cargos políticos, los respresentates de nuestros países, han sido electos para defender y salvaguardar la vida de todos y cada uno de los ciudadanos de las naciones a su cargo. Tienen el deber desde las posiciones que ocupan de procurar que sean respetados todos los derechos humanos de todos sin excepción.

No han sido electos para propiciar y facilitar la muerte de sus hermanos. Los políticos no son dioses, son empleados al servicio del pueblo, pagados por el pueblo y deben cumplir con pulcritud, decencia y alto sentido moral su trabajo, la misión para la cual fueron llamados.

El aborto es un homicidio, desde el suelo sobre el que fué derramada, la sangre del que fué asesinado clama justicia a Dios (cf. Gn 37,26; Is 26,21; Ez 24, 7-8).

Dios nos pedirá cuentas a cada uno de nosotros sobre lo que hayamos hecho con la vida de nuestros hermanos.

Esther María Iannuzzo.

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