Intenciones del Santo Padre Benedicto XVI para el mes de Septiembre 2011

PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy comenzamos de nuevo con las catequesis del Año de la fe, reflexionando sobre la resurrección de Jesús. ¿Cómo se ha transmitido esta verdad de fe? En las Escrituras encontramos dos tipos de testimonios al respecto: el primero, las breves fórmulas como la que hemos escuchado en la lectura del Apóstol, que indican con concisión el núcleo de la fe: la pasión, muerte y resurrección del Señor. El segundo, las narraciones que relatan el acontecimiento. Es significativo el hecho de que sean mujeres, que según la ley no podían dar un testimonio fiable, las primeras en anunciar la resurrección. Dios no las elige con criterios humanos sino que mira a su corazón. Su experiencia parte del amor, que las mueve a acudir al sepulcro, y que las hace capaces de acoger el signo de la tumba vacía y el anuncio del mensajero de Dios, y trasmitirlo, pues la alegría y la esperanza que las invade no se puede contener.

Audiencia General 03 de abril del 2013.



lunes, 30 de agosto de 2010

La Adopción: un acto de amor y de generosidad.

María Elena y Daniel.
Existe más de una razón para querer adoptar a un niño; puede ser la imposibilidad de una pareja de concebir un hijo, puede ser el deseo de brindar amor y un hogar a otro u otros niños aun cuando se han tenido los propios hijos, o puede haber una tercera razón, que es el caso que narraré, que es la perdida de los hijos, es decir su fallecimiento.

María Elena es una vieja amiga, una compañera de estudios de bachillerato que vivía muy cerca de mi casa. Compartíamos nuestros estudios y también buena parte de nuestro tiempo libre.

Al finalizar el bachillerato nos fuimos juntas a la ciudad de Valencia para cursar estudios universitarios, durante unos meses vivimos juntas, pero luego María Elena se trasladó a la ciudad de Barquisimeto donde se quedó a estudiar, se graduó, se casó y formó una familia, junto a su esposo tuvo dos hijos una niña y un niño.

En estos días se cumplen seis años de que un accidente fatal arrebató la vida de los dos niños de María Elena, la niña tenía once años y el niño siete. Ellos viajaban con una hermana de María Elena desde la ciudad de Barquisimeto hacia la ciudad de Carora, la hermana de María Elena también falleció en el accidente. María Elena se encontraba en Carora acompañando a su mamá durante unos días puesto que el papá de María Elena había fallecido cinco días antes.

Fue una tragedia que nos conmovió y nos sacudió a todos los allegados. Un gran sufrimiento para toda la familia.

Desde ese entonces no había tenido contacto directo con María Elena sabía de ella por medio de su familia.

Hace dos días nos comunicamos de nuevo, gracias a las nuevas redes sociales, ella me escribe y me dice: “Te cuento amiga que la vida me cambió para siempre […], sabes, adoptamos un niño  de cuatro meses y ahora tiene cinco años […]. Es mi vida, lo adoramos todos”.

En un segundo mensaje me cuenta que tras el proceso de adopción que ella y su esposo realizaron, varias parejas amigas de ellos que no podían tener hijos se animaron y siguieron su ejemplo y que ahora están muy felices. Expresa que a nivel emocional el proceso fue difícil por el tiempo que tuvieron que esperar hasta que salió la sentencia definitiva de adopción emitida por el tribunal respectivo. Tenían miedo que en cualquier momento les quitaran al niño. Ahora el niño es legalmente de ellos.

Más adelante, María Elena me dice: “Te cuento que para mí tener un ángel en la casa es maravilloso […] cuando pasó el tiempo y creció y me dijo mamá para mí fue súper especial […], Jorge (su esposo) lo adora, juntos pudimos con todo esto. […]Realmente creo que Dios nos colocó en esta vida para pasar por esto”.
Ante los perjuicios que existen en la sociedad frente a la adopción y ante el hecho de que el niño conozca toda la verdad sobre su origen, María Elena me dice: ≤Mi mayor orgullo en esta vida será cuando él pueda levantarse en el colegio y decirle a todos: “YO SOY UN NIÑO ADOPTADO, AMO A MIS PADRES Y ELLOS ME AMAN, SOY MUY FELIZ”≥.

Los hijos muchas veces vienen de la propia carne y de la propia sangre, pero otras veces no es así. La vida del hombre es un misterio para el propio hombre, a veces Dios nos hace recorrer por diversos caminos, nos hace atravesar por túneles oscuros y pasar por situaciones difíciles y dolorosas hasta que llega la luz y lo entendemos todo.

En muchos lugares hay parejas de esposos esperando a tener un hijo o deseando aumentar el número de hijos y en otros lugares, o quizás en los mismos lugares, hay niños esperando por unos padres, por un hogar.

Para decidirse y dar el paso hacia la adopción se necesita mucho amor y mucha generosidad, vencer los perjuicios y también el miedo ante todo el proceso que hay que seguir, abrirse para aceptar a ese ser, o seres, que Dios desde la eternidad ha destinado para esa pareja de esposos. En los planes de Dios no hay casualidades.

Mi intención al escribir esta nota, y la intención de María Elena al permitirme narrar su historia, es la de exaltar la bondades de la adopción y animar a aquellas parejas de esposos que anhelan tener hijos y no han podido tener los propios, a dar este paso.

Los hijos son un don de Dios y muchas veces este don llega por medio de la adopción.


 Esther María Iannuzzo.

jueves, 26 de agosto de 2010

Obispos Católicos de Estados Unidos celebran la decisión judicial contra la financiación pública de investigación sobre Células Madre Embrionarias

Cardenal Daniel DiNardo de Galveston-Houeston
WASHINGTON, jueves 26 de agosto del 2010. La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos manifestó, a través del Cardenal Daniel DiNardo de Galveston-Houston quien es el presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de esa conferencia, su satifacción ante la sentencia dictada por la Corte Federal de los Estados Unidos de deterner la financiación por parte de la administración Obama de investigaciones científicas de células madre provenientes de embriones humanos y calificó el fallo judicial de una "gran victoria para el sentido común y una ética médica sólida".

Este hecho también reivindica la lectura del lenguaje estatutario del Congreso sobre investigación de embriones que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha defendido por más de una década.

Cada año desde 1996, el Congreso ha aprobado la enmienda Dickey para prohibir la financiación de cualquier "investigación en la cual" se requiera dañar o destruir embriones humanos. Esto debería haber asegurado que los contribuyentes no se vean forzados a financiar proyectos de investigación científica que requieren la destrucción de vida humana en su estado primario. Sin embargo, comenzando desde un memorándum legal comisionado por la administración Clinton en enero de 1999, esta ley ha sido distorsionada y reducida para permitir la financiación federal de investigación que depende de forma directa de dicha destrucción.

Asimismo, indica el Cardenal, en el debate sobre la reforma de salud señalamos que una orden ejecutiva por sí misma no puede cambiar el significado de una ley aprobada por el Congreso y que la tradicional política en contra de la financiación de planes de seguro médico que incluyen el aborto no se cumple, sino que se evita, mediante una distinción en los libros que simplemente separa cuentas dentro de dichos planes.

"La tarea de todo buen gobierno es usar su poder de financiación para dirigir allá donde mejor se sirva y respete la vida humana, no buscar nuevas maneras de evadir esta responsabilidad", afirman los obispos. Espero que esta decisión de la corte aliente a nuestro gobierno a renovar y expandir su compromiso con otras vías de investigación de células madre que sí son éticamente aceptables. Estas otras líneas de investigación están demostrando mayor promesa de aliviar los sufrimientos de los pacientes que la investigación destructiva de embriones humanos.


Esther María Iannuzzo.


Fuente de la información: UNITED STATE CONFERENCE OF CATHOLIC BISHOPS



domingo, 22 de agosto de 2010

La crueldad de los hombres y la inocencia de los toros

Al tomar en mis manos el periódico de hace unos días encontré la noticia que ha revolucionado España. Toda una tradición milenaria se venía a pique cuando la ley catalana ha prohibido las famosas corridas de toros. Es de notar que la tradición taurina o la tauromaquia ha sido una característica fundamental en la cultura de la madre patria. Hasta este momento legal era un orgullo decirse “amante de los toros”.

Este triunfo catalán ha dejado un mal sabor de boca a la vieja guardia taurina. Los jóvenes, desde hace tiempo, han preferido las arenas de las discotecas y bares, a las arenas del arte taurino. La decadencia económica de las corridas ha dado lugar a esta decisión que los viejos catalanes no perdonarán.

La comunidad internacional ha alabado este gesto como una muestra de aprecio por los animales y está pidiendo que también en otras latitudes se pueda aprobar una ley semejante, pues no debemos olvidar que el resto de España aún vibra al compás del paso doble, y no sólo España. Siendo una tradición que se lleva en la sangre, también los conquistadores supieron infundir este arte taurino en Latinoamérica. ¿Tendremos que cancelar las corridas en tantos países?

Sin embargo, Cataluña y su capital Barcelona, no sólo es conocida por su buen fútbol o su ley anticorridas, sino también como el destino final de tantos seres humanos inocentes que encuentran en Barcelona las clínicas abortivas más extremas de Europa. Si salvar a un toro es motivo de orgullo ¿qué diremos cuando quien muere en la arena es un ser humano inocente?

P. Daniel Muñoz, L.C.

 

domingo, 15 de agosto de 2010

María e Isabel, encuentro de dos mujeres de Fe que celebran la vida.

«Ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso» (Lc 1,49)
En Lc 1, 39-56 se narra la visita hecha por María a su prima Isabel tras saber la noticia de que su ya anciana prima se encontraba a la espera del nacimiento de su hijo.

María, que también estaba embarazada, se pone en camino para asistir a Isabel y para celebrar junto a ella la alegría del propio embarazo. ¡Qué alegría produce en la mujer la noticia de que en su seno se gesta una nueva vida!

Hoy, a más de dos mil años de distancia de ese episodio, para muchas mujeres y para algunas sociedades, la noticia de que un niño viene en camino no es motivo de alegría, es más bien motivo alarma y es visto como una amenaza.

Es una amenaza para las mujeres que solo piensan en sí misma, en su cuerpo y en el éxito de una carrera profesional que pudiera verse truncada con la llegada de un hijo. Estas mujeres no han entendido el sentido de la verdadera feminidad como la entendieron y la vivieron María e Isabel. La verdadera feminidad pasa por aceptar y vivir con alegría la maternidad.

Es un amenaza para las mujeres que se encuentran en situaciones difíciles, bien sea de pareja o porque se las verían solas en el embarazo y se convertirían en madres solteras, o porque se encuentran en una situación precaria y no disponen de los medios económicos necesarios para atender los cuidados que requiere un embarazo y para mantener al niño.

Es una amenaza para los líderes anti-vida, para esos mismos que promueven la libertad sexual y la promiscuidad asociadas al uso de anticonceptivos y al aborto. Se promueve la libertad sexual como un negocio que aumenta las arcas de los laboratorios que fabrican anticonceptivos y los abortivos y también como un negocio para los organismos que los promueven que obtienen jugosos beneficios de ello. Pero no se acepta el fruto que muchas veces se obtiene a través de la unión sexual entre un hombre y una mujer: una nueva vida. Sexo sí, hijos no.

Una amenaza para las lideres feministas que entiende y promueven el ser femenino como una especie de derecho mal entendido y de libertad mal interpretada. Derecho y libertad para denigrarse, para ser promiscua y para arrastrase como la serpiente que tentó a Adán y a Eva y que introdujo el pecado en el mundo. Derecho y libertad para matar al hijo que se lleva en las entrañas.

«Ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso» (Lc 1,49) «Esto se refiere ciertamente a la concepción del Hijo, que es “Hijo del Altísimo” (Lc 1,32), el “santo” de Dios; pero a la vez puede significar el descubrimiento de la propia humanidad femenina. “Ha hecho en mi favor maravillas”: éste es el descubrimiento de toda la riqueza, del don personal de la feminidad, de toda la eterna originalidad de la “mujer” en la manera en que Dios la quiso, como persona en sí misma y que al mismo tiempo puede realizarse en plenitud “por medio de la entrega sincera de sí”» (1).

Suplica: Madre Santísima, te pedimos la protección de la vida humana no nacida, enséñanos a amar y a decir SI A LA VIDA, si a Dios, si a Jesucristo Señor de la vida, verdadero Dios y verdadero hombre. Enséñanos a respetar y proteger la vida humana que sólo pertenece a Dios.


Esther María Iannuzzo.

(1) JUAN PABLO II, Mulieris Dignitatem N. 11



viernes, 13 de agosto de 2010

Café con leche y pan dulce

El pasado viernes 06 de agosto Dios me dio la oportunidad de dictar una segunda charla sobre la Dignidad de la Mujer en el Sector Lajas Azules del Estado Lara, dentro del marco de las Misiones de Evangelización organizadas por los padres escolapios radicados en Carora.

La charla tuvo lugar en el interior de uno de los hogares del lugar. No disponía de una pantalla para proyectar la presentación y el color de la pared no ayudaba para utilizar esta como pantalla. La lapto fue colocada en una mesa muy bajita por lo que tuve que sentarme en el piso para estar al mismo nivel.

La charla trascurrió en un ambiente muy ameno a pesar de que fue a las tres de la tarde una hora en la que el sol en esta parte del país es inclemente.

Como es usual en muchos hogares venezolanos, sobretodo en horas de la tarde, la señora de la casa nos obsequió café con leche y pan dulce. Un bebé de 2 añitos llamado José Miguel que vive en la casa, estuvo casi todo el rato cerca de mí y cuando me trajeron el café con leche y el pan dulce, él me quitó el pan y comenzó a remojarlo en el café, metía toda su manito una y otra vez en la taza con el café.

José Miguel feliz y mojado con café.
Para que no estuviera parado senté a José Miguel en mis piernas y el siguió comiendo mi pan que remojaba en el café, se llenó él de café y me mojó un poco a mí. El resto de los asistentes continuaba disfrutando de su café con leche y de su pan dulce.

Debo decir que fue el momento de la tarde que más disfrutamos. El niño fue el centro de atención y la alegría para todos.

Dios me tenía guardado un regalo en la ternura y la picardía de ese niño, un regalo inesperado que supe disfrutar en medio de una charla sobre la Dignidad de la Mujer acompañada con café con leche y pan dulce.

Parte de ls asistentes a la charla disfrutando de su café con leche.
Así es Dios, donde menos lo esperamos nos tiene reservado un detalle, un regalo. Muchas  veces pasan desapercibidos esos regalos y nos perdemos de momentos maravillosos.

En las cosas sencillas de la vida se esconde todo aquello que tiene más valor.

 Esther María Iannuzzo.


Nota: Luego la señora de la casa volvió a servirme Café con leche y pan dulce y tomó a José Miguel en sus brazos.

"DIOS TIENE DOS TRONOS: UNO EN LO MÁS ALTO DEL CIELO Y OTRO EN EL MÁS HUMILDE DE LOS CORAZONES"…LA HISTORIA DE LA NARANJA

Para que crezca una espiga o se abra una flor, hay tiempos que no se pueden forzar; para el nacimiento de una criatura humana hacen falta nueve meses; para escribir un libro o componer música hay que dedicar con frecuencia años de paciente investigación». De esa forma tenemos que saber enfrentar con paciencia y sabiduría las diversas situaciones que van tocando a la puerta de nuestro corazón, más aún si vienen en forma de tormenta o de alguna necesidad especial; en vez de creernos los increíbles, superman y el sabelotodo, es mejor agacharnos, elevar con humildad nuestra mirada a Dios y pedirle con sensatez que nos ayude, que nos ilumine y nos enseñe el mejor camino….

Una vez, un grupo de tres hombres se perdieron en la montaña, y había solamente una fruta para alimentarlos a los tres y, quienes casi desfallecían de hambre. Se les apareció entonces Dios y les dijo que probaría su sabiduría y que dependiendo de lo que mostraran, les salvaría. Les preguntó entonces Dios qué podían pedirle para arreglar aquel problema y que todos se alimentaran.
 
El primero dijo: "Pues aparece más comida", Dios contestó que era una respuesta sin sabiduría, pues no se debe pedir a Dios que aparezca mágicamente la solución a los problemas sino trabajar con lo que se tiene.
 
Dijo el segundo entonces: "Entonces haz que la fruta crezca para que sea suficiente", a lo que Dios contestó que No, pues la solución no es pedir siempre multiplicación de lo que se tiene para arreglar el problema, pues el ser humano nunca queda satisfecho y por ende nunca sería suficiente.

El tercero dijo entonces: "Mi buen Dios, aunque tenemos hambre y somos orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la fruta nos alcance". Dios dijo: "Has contestado bien, pues cuando el hombre se hace humilde y se empequeñece delante de mis ojos, verá la prosperidad".

Saben, se nos enseña siempre a que otros arreglen los problemas o a buscar la salida fácil, siempre pidiendo a Dios que arregle todo sin nosotros cambiar o sacrificar nada. Por eso, muchas veces parece que Dios no nos escucha, pues pedimos sin dejar nada de lado y queriendo siempre salir ganando. Muchas veces somos egoístas y siempre queremos todo para nosotros.

Seremos felices, el día que aprendamos que la forma de pedir a Dios es reconocernos débiles y ser humildes, dejando de lado nuestros orgullos. Y nos convenceremos que al empequeñecernos en lujos y ser mansos de corazón, veremos la prosperidad de Dios y la forma como Él sí escucha. Pídele a Dios que te haga pequeño... ¡Haz la prueba!

P. Dennis Doren, L.C.