Intenciones del Santo Padre Benedicto XVI para el mes de Septiembre 2011

PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy comenzamos de nuevo con las catequesis del Año de la fe, reflexionando sobre la resurrección de Jesús. ¿Cómo se ha transmitido esta verdad de fe? En las Escrituras encontramos dos tipos de testimonios al respecto: el primero, las breves fórmulas como la que hemos escuchado en la lectura del Apóstol, que indican con concisión el núcleo de la fe: la pasión, muerte y resurrección del Señor. El segundo, las narraciones que relatan el acontecimiento. Es significativo el hecho de que sean mujeres, que según la ley no podían dar un testimonio fiable, las primeras en anunciar la resurrección. Dios no las elige con criterios humanos sino que mira a su corazón. Su experiencia parte del amor, que las mueve a acudir al sepulcro, y que las hace capaces de acoger el signo de la tumba vacía y el anuncio del mensajero de Dios, y trasmitirlo, pues la alegría y la esperanza que las invade no se puede contener.

Audiencia General 03 de abril del 2013.



lunes, 6 de agosto de 2012

Mons. Jean Laffitte, Secretario del Pontificio Consejo para la Familia: "Divorciados vueltos a casar deben ir a Misa y Comulgar Espiritualmente".



Dado el constante incremento del número de personas que habiéndose unido en matrimonio sacramental se han divorciado y vuelto a casar, originándose como consecuencia de todo esto que estas personas no puedan recibir ni el sacramento de la penitencia ni la comunión eucarística, ocurriendo lo mismo con las personas que sin haber estado antes unidas en matrimonio sacramental se unen en matrimonio civil con personas divorciadas que si han estado unidas en matrimonio sacramental y se han divorciado, he querido hacerme eco de las palabras de Mons. Jean Laffitte, Secretario del Pontificio Consejo para la Familia, en entrevista concedida a la Agencia de Noticias ACI Prensa el pasado 25 de julio, en la que recuerda que las personas divorciadas vueltas a casar deben participar de la Santa Misa y participar en la Comunión solamente de manera espiritual.
Al final de la nota de ACI Prensa he colocado una oración para realizar la comunión espiritual.


En la entrevista Laffitte señaló, que las personas divorciadas que contrajeron segundas nupcias, aunque no puedan recibir la comunión eucarística " siguen estando plenamente dentro de la Iglesia " y "siempre pueden tener una comunión espiritual fructífera".

Al recordar la Exhortación Apostólica del Beato Juan Pablo II, Familiaris Consortio, el Prelado explicó que existe una distinción entre la comunión espiritual y la comunión eucarística, que afirma que sin la primera, no puede existir la segunda.

En este sentido, Mons. Laffitte indicó que la comunión espiritual es la forma en la que la persona se une personalmente a Cristo en el momento de la redención del Santo Sacrificio, para así, después, recibir la comunión eucarística.

En esta perspectiva, "las personas que por una u otra razón no pueden recibir la Santa Comunión, o comulgar, siempre pueden tener una comunión espiritual fructífera", remarcó.

"Esto no es una disciplina inventada por la Iglesia", recordó, y por lo tanto, en el matrimonio, "los cónyuges hacen un pacto con Dios, y Dios hace un pacto con ellos", que crea un sacramento indisoluble. Una segunda unión "lo convertiría en algo contradictorio y contrario a lo sacramental".

Finalmente, Mons. Laffite explicó, que para la comunión hace falta preparar el corazón para recibir al Señor, y de este modo, cuando los divorciados vueltos a casar se abstienen de recibirla, "dan mucho más honor al Señor con su sacrificio y ofreciéndose ellos mismos, a través del dolor que tienen en sus corazones, en el sacramento de la Eucaristía".

"Ellos sufren por esto, pero, hay más honor dado por el cuerpo de Cristo en esta situación, que en cuando los bautizados van de manera superficial y a veces, de manera poco digna, a tomar la Comunión, sea cual sea el estado de sus almas", concluyó.

Los divorciados vueltos a casar y el sacramento de la Comunión

La Congregación de la Doctrina para la Fe expresó en su carta a todos los obispos del mundo de octubre de 1994, que una persona divorciada vuelta a casar no puede participar de la Comunión, porque el matrimonio "es la imagen de la relación entre Cristo y su Iglesia".

En ese aspecto, la Iglesia explica que los divorciados vueltos a casar sin un decreto de nulidad para el primer matrimonio, se encuentran en una relación de adulterio que no les permite arrepentirse honestamente, para recibir la absolución de sus pecados y por consiguiente, la Santa Comunión.

Dentro de este marco, para acercarse a los Sacramentos de la Penitencia y a la Eucaristía, deben resolver la irregularidad matrimonial por el Tribunal de los Procesos Matrimoniales u otros procedimientos que se aplican a los matrimonios de los no bautizados, de ser el caso.

Al respecto el Beato Juan Pablo II señala que "la Iglesia desea que estas parejas participen de la vida de la Iglesia hasta donde les sea posible (y esta participación en la Misa, adoración Eucarística, devociones y otros serán de gran ayuda espiritual para ellos) mientras trabajan para lograr la completa participación sacramental".


Fuente de la información:
http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=37747#.UCA3xhvOr6Y.email



Oración para la Comunión Espiritual


Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte entro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti.

Esther María Iannuzzo.

No hay comentarios: