Intenciones del Santo Padre Benedicto XVI para el mes de Septiembre 2011

PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy comenzamos de nuevo con las catequesis del Año de la fe, reflexionando sobre la resurrección de Jesús. ¿Cómo se ha transmitido esta verdad de fe? En las Escrituras encontramos dos tipos de testimonios al respecto: el primero, las breves fórmulas como la que hemos escuchado en la lectura del Apóstol, que indican con concisión el núcleo de la fe: la pasión, muerte y resurrección del Señor. El segundo, las narraciones que relatan el acontecimiento. Es significativo el hecho de que sean mujeres, que según la ley no podían dar un testimonio fiable, las primeras en anunciar la resurrección. Dios no las elige con criterios humanos sino que mira a su corazón. Su experiencia parte del amor, que las mueve a acudir al sepulcro, y que las hace capaces de acoger el signo de la tumba vacía y el anuncio del mensajero de Dios, y trasmitirlo, pues la alegría y la esperanza que las invade no se puede contener.

Audiencia General 03 de abril del 2013.



viernes, 28 de mayo de 2010

María, un ≤Si≥ al Señor revestido de dignidad


La Anunciación 
Autor: Fra Angelico.
Museo del Prado - Madrid.


Con la respuesta dada por María al ángel en el momento de la encanación:


≤Realmente "el verbo se hizo carne" (Jn, 1,14). De esta manera María alcanza tal unión con Dios que supera todas las expectativas del espíritu humano (1). En tal modo "la plenitud de los tiempos" manifiesta la extraordinaria dignidad de la "mujer". Esta dignidad consiste en parte,en la elevación sobrenatural a la unión con Dios en Jesucristo, que determina la finalidad tan profunda de la existencia de cada hombre tanto sobre la tierra como en la eternidad (2).


Desde ese momento del ≤Si ≥ " de María al Señor, se convierte también en madre de toda la humanidad y en ejemplo de dgnidad. Esta dignidad se hace evidente y es respetada tanto por Dios como por María. Por Dios porque Él no le impone ser la madre de su Hijo, Él envía a su mensajero ante María para hacerle la propuesta y espera una respuesta dada libremente por ella. Por su parte, María, responde con fe pero también con libertad y se somete a la voluntad de Dios con todas las consecuencias, que en ese momento, esa respuesta iplicaba para ella.

≤Mediante una respuesta desde la fe, María expresa al mismo tiempo su libre voluntad y, por consiguiente, la participación plena del Yo personal y femenino en el hecho de la encarnación [...]. Toda la acción de Dios en la historia de los hombres respeta siempre la libre voluntad del "Yo" humano. Lo mismo acontece en la anunciación de Nazareth≥ (3).

A partir del texto expuesto precedentemente es de destacar que en el evento de la anunciación de Nazareth, en la respuesta dada por María al Señor, están contenidos; razón, voluntad y libertad, elementos que están incluidos en el concepto de dignidad humana y que deben estar presentes en una acción llevada a cabo haciendo uso de nuestra dignidad.

Además de la fe, esta respuesta contiene también el coraje que da la misma fe para poder seguir los caminos que Dios directamente o a través de sus mensajeros nos propone.

Con esta respuesta María nos da también un ejemplo de valentía, pero de una valentía revestida de senzatez ya que proviene de la certeza de que está haciedo la voluntad de Dios.

El ≤Si≥ de María no se quedó solo en el momento de la anunciación y encarnación, sino que continuó a lo largo de toda su vida y fue siempre un ≤Si ≥ revestido de dignidad y que involucraba toda su persona y todas sus acciónes. Un ≤Si≥ que la llevó a atravesar por diversas dificultades sin que estas lograran hacerla perder ni su serenidad ni su fe que mantuvo firme aun al pie de la cruz cuando acompañó a su hijo y que se renovó y se fortaleció después de la resurrección y ascención al cielo de Jesús, cuando se nos mostró, a través de estos dos eventos, lo que para nosotros es una promesa y una esperanza, la resurrección de la carne y la vida eterna.

María, una mujer discreta y prudente con dominio de sí misma. Una mujer equilibrada porque una relación intima y autentica con Dios llevan a la persona a un profundo equilibrio interior, a un mantener la calma aun en los momentos más desesperantes, a un darse a los demás aun cuando se tenga la necesidad de ser asistido, a un tratar de mitigar y solventar las injusticias que se cometen con los demás aun cuando en la propia vida y en la de los seres queridos ocurren hechos injustos. Una mujer como la querida por Dios al principio de la creación.

Al contemplar a la mujer perfecta que es María, el resto de las mujeres podemos preguntarnos: ¿En qué y cuánto nos parecemos a ella?, ¿Somos mujeres de fe o nuestra vida está guiada por otros dioses distintos al de María?, ¿Podemos decir que el modelo y el ejemplo de mujer por el que nos regimos es María o este modelo nos resulta anticuado y aburrido?, ¿Los momentos difíciles los afrontamos con dignidad y en unión con Dios o escapamos de ellos?, ¿Cuántos Si le hemos dado al Señor?

Esther María Iannuzzo.


(1) Cfr. JUAN PABLO II, Mulieris Dignitatem, N. 3.

(2) Cfr. Ibid. N. 4.

(3) Cfr. Ibid. N. 4.

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