Intenciones del Santo Padre Benedicto XVI para el mes de Septiembre 2011

PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy comenzamos de nuevo con las catequesis del Año de la fe, reflexionando sobre la resurrección de Jesús. ¿Cómo se ha transmitido esta verdad de fe? En las Escrituras encontramos dos tipos de testimonios al respecto: el primero, las breves fórmulas como la que hemos escuchado en la lectura del Apóstol, que indican con concisión el núcleo de la fe: la pasión, muerte y resurrección del Señor. El segundo, las narraciones que relatan el acontecimiento. Es significativo el hecho de que sean mujeres, que según la ley no podían dar un testimonio fiable, las primeras en anunciar la resurrección. Dios no las elige con criterios humanos sino que mira a su corazón. Su experiencia parte del amor, que las mueve a acudir al sepulcro, y que las hace capaces de acoger el signo de la tumba vacía y el anuncio del mensajero de Dios, y trasmitirlo, pues la alegría y la esperanza que las invade no se puede contener.

Audiencia General 03 de abril del 2013.



jueves, 9 de junio de 2011

Poco sabemos de valores

Desde hace un tiempo a esta fecha he escuchado en variados escenarios el sano deseo de volver a una “sociedad de valores”. Este anhelo se debe a los grandes escándalos nacionales e internacionales que nos han golpeado fuertemente en temas como el económico, el político, el cinematográfico, etc. Iniciativas de alto relieve se han desarrollado y es digno de resaltar.

Sin embargo, algunas de estas iniciativas de “rescate de los valores” deben revisarse acuciosamente. Un ejemplo (sin nombre por ahora) es un periódico que se ha dado a esta tarea con una intención realmente de superhéroe en un esfuerzo titánico de contrarrestar una corriente internacional de propuesta antivalórica. Ahora bien, para poder seguir en esta lucha es necesario reconocer un valor como la coherencia, pues la confusión en estos temas es remar a favor de la corriente.

¿Cuál ha sido el error de este periódico?

Por un lado ha exaltado valores como la constancia, el esfuerzo emprendedor, la solidaridad ante las necesidades de los demás, etc. y seguidamente, en páginas más adelante ofrece las posibilidades “médicas” de la anticoncepción, justificando en el cuerpo del artículo esta práctica dada la gran cantidad de embarazos no deseados (según ellos del 52 % de los embarazos) o la cantidad también de embarazos en adolescentes.

Creo que los que han propuesto este antivalor como bueno no han leído estadísticas sobre el resurgimiento de las enfermedades de transmisión sexual que tiene en alerta roja a los ginecólogos; tampoco han leído los estudios internacionales que verifican la unión directa que hay entre la mentalidad anticonceptiva y el aborto. Incluso se ha llegado a la aberración de considerar el aborto como una práctica anticonceptiva. Y más aún, no han leído la importancia en la formación adolescente de las virtudes como el pudor y la castidad, que son los antídotos reales, en una correcta escala de valores, para enfrentar estos temas que a todos nos preocupan.

Una campaña de rescate de los valores no se hace proponiendo antivalores. Como aquella afirmación de uno de los primos Nule (protagonistas del escándalo del “carrusel de la contratación” en Colombia) que decía: “es que el hombre es corrupto por naturaleza”. Con esta frase ¿justifico actos malos y además quedo libre de toda responsabilidad penal y moral? ¿Cómo puedo llegar a ser honesto proponiendo la corrupción como solución?

Ahora bien, en nuestro caso, este periódico debería tener más cuidado al proponer el rescate de los valores esforzándose por ser coherente en el pensamiento de todo el periódico. Si no es así, no sirve de nada. Bueno, tal vez dé una cierta tranquilidad de conciencia. Sin embargo, no hay que terminar con el periódico, simplemente hay que estar más atento para no caer en el engaño.

P. Daniel Muñoz, L.C.

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