
Lo hizo con ocasión de la audiencia concedida esta mañana a los participantes en la LXXIII Asamblea de la Reunión para la Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO).
Este organismo, que preside el cardenal Leonardo Sandri, depende de la Congregación para las Iglesias Orientales, y reúne y canaliza las ayudas a los católicos de Oriente Medio, procedentes de agencias humanitarias católicas de Occidente.
El Papa, se dirigió a los presentes augurando que los líderes de las naciones “garanticen de manera real, y en todas partes, sin distinción, la profesión pública y comunitaria de las creencias religiosas de cada uno”.
“Todos deseamos a la Tierra Santa, Iraq y Oriente Medio, el don de una paz estable y una convivencia sólida. Estos nacen del respeto de los derechos humanos, de las familias, comunidades y pueblos, y de la superación de la discriminación religiosa, cultural o social”.
Perseverar
Dirigiendose a los participantes en la asamblea de la ROACO, el Papa les pidió que contribuyan “a mantener viva la esperanza que no defrauda".
“En el 'pequeño rebaño' que éstos componen ya está operante el futuro de Dios, y la 'vía estrecha' que están recorriendo está descrita por el Evangelio como 'camino a la vida'”, añadió.
El Papa exhortó también a “los hermanos y hermanas que, en Oriente, comparten el don inestimable del bautismo, a perseverar en la fe, y, a pesar de los muchos sacrificios, a permanecer donde nacieron”.
También solicitó a los orientales migrantes en otros países “que no se olviden de sus orígenes, sobre todo religiosos”.
Y quiso también rendir “un homenaje especial a los cristianos que sufren violencia por causa del Evangelio”.
Esther María Iannuzzo.
Fuente de la información: ZENIT.ORG
No hay comentarios:
Publicar un comentario