
Este sitito ha sido creado con el propósito de promocionar la dignidad que posee todo ser humano desde su concepción hasta su muerte natural, divulgar y fomentar de manera especial la dignidad de la mujer y promover todos los valores que hacen de cada ser humano esa persona que Dios quiso que fuera desde el momento de su creación. Que Dios y la Santísima Virgen les bendigan. Esther María Iannuzzo.
Intenciones del Santo Padre Benedicto XVI para el mes de Septiembre 2011
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy comenzamos de nuevo con las catequesis del Año de la fe, reflexionando sobre la resurrección de Jesús. ¿Cómo se ha transmitido esta verdad de fe? En las Escrituras encontramos dos tipos de testimonios al respecto: el primero, las breves fórmulas como la que hemos escuchado en la lectura del Apóstol, que indican con concisión el núcleo de la fe: la pasión, muerte y resurrección del Señor. El segundo, las narraciones que relatan el acontecimiento. Es significativo el hecho de que sean mujeres, que según la ley no podían dar un testimonio fiable, las primeras en anunciar la resurrección. Dios no las elige con criterios humanos sino que mira a su corazón. Su experiencia parte del amor, que las mueve a acudir al sepulcro, y que las hace capaces de acoger el signo de la tumba vacía y el anuncio del mensajero de Dios, y trasmitirlo, pues la alegría y la esperanza que las invade no se puede contener.
Audiencia General 03 de abril del 2013.
martes, 29 de junio de 2010
Benedicto XVI: ≤El mayor peligro para la Iglesia procede de la infidelidad de sus miembros≥

sábado, 26 de junio de 2010
En Massachusetts un padre fue llevado a la carcel por oponerse a que su hijo fuese adoctrinano en en "matrimonio gay"
Al presentarse en la escuela el Sr. Parker para reclamar el hecho de no ser consultados sobre si dar este tipo de formación a su hijo pequeño y tras defender su derecho a educar a sus hijos según sus creencias religiosas y sus valores morales, el Sr. Parker fue llevado preso puesto que estaba atentando contra una ley vigente en ese estado.
La familia, los padres, estan perdiendo el derecho a educar a sus hijos según sus creencias, con leyes como estas la educación de los hijos se complica aun más. Los hijos de padres católicos que reciban este tipo de formación distorcionada y en casa reciban una formación totalmente opuesta, según las enseñanzas de la iglesia católica, se encontraran entre dos vertientes, entre dos caminos opuestos el uno del otro. Toca a los padres igeniárselas para hacer prevalecer los verdaderos principios y los verdaderos valores y defener a la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
Esther María Iannuzzo.
viernes, 25 de junio de 2010
Benedicto XVI: es necesario garantizar la libertad religiosa en el mundo.

DESCÁLZATE POR UN MOMENTO, VERÁS LA DIFERENCIA…

La compasión y la caridad en lugar de la eutanasia
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Eluana Englaro. |
Estas personas nos llaman a ser solicitas y a practicar la compasión y la caridad. Sus cuerpos encarnan el dolor y el sufrimiento que unidos a Cristo pueden convertirse en instrumento de redención para el mundo, para nosotros. Con nuestra cercanía y nuestra guía podemos ser ese instrumento que ayude a estas personas a unir sus sufrimientos a la cruz de Cristo y así convertirlo en un sufrimiento redentor. Les animará mucho saber que el suyo no es un sufrimiento inútil, que por el contrario el suyo es un sufrimiento de gran utilidad y de gran sentido para toda la humanidad.
Esther María Iannuzzo.
domingo, 20 de junio de 2010
Creado el primer higado artificial en laboratorio
¿Tenemos garantías para un futuro mejor?
¿Qué había detrás de esta cultura centrada en la confianza? No es difícil determinar lo que había detrás de este estrechón de manos. Una formación recibida en la familia de honestidad, de responsabilidad, de respeto, y sobre todo, de dignidad personal. ¿Cómo hablar de estas virtudes en nuestros días cuando la dignidad no se respeta? La mujer, que antes se gloriaba de hacer difícil su conquista, hoy ha perdido mucha de su credibilidad. Los jóvenes que representaban una real esperanza para el futuro, hoy, en muchos casos, son un déficit. ¿Cómo esperar que un estrechón de manos sea suficiente para cerrar un contrato cuando se huele a marihuana, cuando se es un rebelde sin causa, cuando la propia dignidad se pisotea detrás de unas prendas de vestir que hablan a gritos de una dignidad perdida?
Ante esta cultura que reflejan las nuevas generaciones, centrada en muchos casos en la irresponsabilidad, en la falta de ética, en la cultura facilista y materialista, se nos hace difícil pensar en un futuro mejor. No podemos olvidar que las grandes empresas de nuestra nación nacieron de la confianza en un cálido estrechón de manos con un amigo, con un familiar. Es posible que estos hombres, crecidos en una cultura de la confianza y dignidad personales, donde la palabra y los principios morales eran los rectores, quizá duden y, con mucha razón, en delegar la responsabilidad del crecimiento de sus empresas al cambio generacional ¿En quiénes confiarán para tan ardua tarea?
Creo que si estos hombres avezados al trabajo, al esfuerzo, a la lucha por sacar adelante sus empresas, no han preparado ellos mismos a esta nueva generación para la próxima sucesión, habrán fracasado. Esas empresas que un día vieron un claro resplandor, se verán opacadas, divididas y quizá fracasadas por la sencilla razón de no haber percibo a tiempo el terremoto anti-ético que la sociedad materialista y tecnológica han venido preparando.
Quizá la preparación técnica de las nuevas generaciones sea buena e incluso óptima. Sin embargo, queda el triste sabor de la sana pregunta ¿Podemos confiar sólo en este aspecto para delegar el futuro de la sociedad?
P. Daniel Muñoz, L.C.
dmuñoz@legionaries.org
sábado, 12 de junio de 2010
EL HOMBRE DE LA VENTANA

miércoles, 9 de junio de 2010
En Chipre el Papa pide a los políticos respetar la verdad moral

lunes, 7 de junio de 2010
domingo, 6 de junio de 2010
La Mujer y el respeto a su cuerpo.

A través de su cuerpo pueden comunicarse con los demás y expresar su feminidad y su personalidad. Está su cuerpo ideado de manera que pueda concebir y alojar la vida de otro ser humano distinto a ella, lo que enaltece aun más el valor del cuerpo femenino. Por todo esto le debe un especial cuidado.
A través de su cuerpo se expresa también su alma, esa alma de quien se sabe hija de Dios. El ser humano no es tal si no tiene un cuerpo. Los seres humanos somos espíritus encarnados, no somos ni solo almas ni solo cuerpos por lo tanto llegaremos a ser mejores seres humanos, mejores personas en la medida en que estos dos aspectos estén totalmente integrados y desarrollados. Debido a la esencial unidad de cuerpo y espíritu también la belleza en las personas no es una cualidad solo exterior, la armonía, la proporción y la gracia que acompañan la belleza son cualidades de la persona, de la relación que hay entre su cuerpo y su alma.
EL respeto y el cuidado del cuerpo de la mujer exigen de ella un cierto pudor y modestia tanto en el vestir como en el actuar. Con relación a la pureza del cuerpo la iglesia nos enseña lo siguiente: ≤La pureza exige pudor. Este es parte integrante de la templanza[1]. El pudor preserva la intimidad de la persona. Designa el rechazo a mostrar lo que bebe permanecer velado. Está ordenado a la castidad, cuya delicadeza proclama. Ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas y con la relación que existe entre ellas≥[2].
Tanto hombres como mujeres estamos llamados a la castidad. La castidad consiste en el dominio de sí mismos y de la propia sexualidad que debe estar ordenada según el designio de divino a realizarse en el amor de los esposos y a trascender dentro de ese don mutuo del esposo y de la esposa en la generación de la vida de los hijos. El ejercicio de la castidad conlleva a superar nuestros instintos y nuestras debilidades y para ello debemos antes comprender que no somos solo cuerpo, solo carne, que somos seres humanos dotados de alma, razón y voluntad y que lo que hagamos con nuestro cuerpo afecta a todo nuestro ser y tiene una incidencia importante en nuestra vida. La castidad tiende a armonizar los diversos elementos que componen la persona y a hacer superar la debilidad de la naturaleza humana manchada por el pecado.
Opuesto a lo antes citado, entre las propuestas que los movimientos feministas de los años 70 presentaban a las mujeres como una manera de liberarse de la opresión a la que estaban sometidas, está el así llamado “derecho” a usar su cuerpo de manera libre, a exhibirlo de manera agresiva y a gestir su propia sexualidad de una manera desproporcionada, desvinculándola de la relación amorosa-afectiva que debe existir entre un hombre y una mujer, y reduciéndola a un plano meramente físico. De esta manera, se coloca a la mujer en una situación de irrespeto ante sí misma y ante los demás.
Hoy en día se ese uso inadecuado del cuerpo se ha acentuado y la mujer que así actúa no ve nada de malo en ello, todo lo contrario, ve en este comportamiento una manera de afirmar su feminidad y una manera de abrirse paso en la vida. El cuerpo ha pasado a tener un valor comercial y a ser un mero instrumento de placer y ha ido perdiendo su valor esencial, el más importante que es el de ser deposito de nuestra alma, Sagrario de Cristo y Templo del Espíritu Santo. ≤El cuerpo constituye casi un signo sacramental. El cuerpo en su masculinidad y su feminidad, es “desde el principio” llamado a convertirse en la manifestación del espíritu≥[3].
El valor sacramental del cuerpo impide su uso irrespetuoso y el abuso tanto por parte de la misma persona como por parte de otros, así mismo impide que pueda dársele un valor comercial, no es una mercancía que se pueda comprar o vender. Sin embargo, cada día crecen en el mundo las redes de prostitución de niñas y de mujeres que muchas veces cuentan con el apoyo de quienes tienen en sus manos la posibilidad de combatirlas. Existe el llamado turismo sexual realizado tanto por hombres como por mujeres y que consiste en trasladarse a algunos países en particular en los cuales entre los atractivos turísticos que ofrecen esta el disfrute de un sexo pagado. Este tipo de actividad denigra la dignidad tanto de quien se vende como de quien paga, independientemente de la razón por la cual la persona que se vende lo esté haciendo y sí lo hace voluntariamente o está siendo forzada a hacerlo. Nadie puede prestarse a ser utilizado como medio para el disfrute sexual y nadie debe utilizar, ni obligar a otra persona a dejarse utilizar, como medio de disfrute de otra persona.
Los medios de comunicación y la publicidad son otros ámbitos en los que se utiliza al cuerpo de la mujer como medio o gancho para vender cualquier cosa, pareciera que para promocionar o vender cualquier cosa que se les ocurra hace falta que aparezca una mujer desnuda o semi-desnuda. Incluso en programas infantiles las animadoras se muestran medio desnudas. Y las jóvenes y mujeres más adultas se prestan a ello muy complacidas por que les ofrecen una excelente paga, pero sobretodo, porque desconocen el verdadero valor que tienen sus cuerpo y el respeto que le deben.
Otra manera de atentar contra el propio cuerpo, e incluso contra la vida, es mediante la ingesta indiscriminada de alcohol y drogas, y mediante el uso de anticonceptivos.
Para un cristiano la corporalidad no es que sea importante, es vital, porque Cristo se encarna, es decir, asume un cuerpo, el mismo cuerpo que tenemos nosotros, y con los mismos rasgos. Henos sido redimidos con el sufrimiento del cuerpo de Cristo, de Dios que asume ese cuerpo y que, por lo tanto, pone esa corporalidad en juego también en su tarea redentora[4].
≤Glorificad a Dios con nuestros cuerpos≥
(1 Corintios 6,20)
Esther María Iannuzzo.
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[1] Templanza: para la doctrina cristiana, es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados y compartidos. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar ‘para seguir la pasión de su corazón’.
[3] JUAN PABLO II, Catequesis, El cuerpo del hombre es un autentico valor, 22 octubre de 1980.
[4] J.R. GARCIA – MORATO, Crecer, Sentir, Amar, Eunsa, Pampona 2002, 125.
CUIDA A LAS PERSONAS QUE QUIERES

Vivimos en medio de un frenetismo espantoso, no tenemos tiempo para convivir. Si no es el gimnasio, es la clase de tenis, si no es el tenis, es la clase de inglés, el tiempo y las horas que paso frente al televisor. Que tengo que ir a la clase de computación, me dirá uno; que me esperan mis amigos para ir al antro, otro dirá emocionado. Así nos pasamos horas, días y meses en miles de actividades y dejamos de lado la posibilidad de convivir con nuestros seres queridos.
Nuestra relación, gracias al activismo desenfrenado, se va opacando, se va secando, y llegará un momento, Dios no lo quiera, en que no habrá vuelta de hoja.
Había una joven muy rica que tenía de todo, un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo que le daba muchísimo bien, una familia unida. Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el trabajo y los quehaceres le ocupaban todo el tiempo y su vida siempre estaba descuidada en algún área.
Si el trabajo le consumía mucho tiempo, ella lo quitaba de los hijos, si surgían problemas, ella dejaba de lado al marido... Y así, las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después. Hasta que un día su padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo; una flor carísima y rarísima, de la cual sólo había un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo: “Hija, esta flor te va a ayudar mucho, ¡más de lo que imaginas! tan sólo tendrás que regarla y podarla de vez en cuando, y a veces conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y esas maravillosas flores”. La joven quedó muy emocionada, a fin de cuentas, la flor era de una belleza sin igual.
Pero el tiempo fue pasando, los problemas surgieron, el trabajo consumía todo su tiempo; y su vida que continuaba confusa, no le permitía cuidar de la flor. Ella llegaba a casa, miraba la flor y las flores todavía estaban allá, no mostraban señal de flaqueza o muerte, apenas estaban allá, lindas y perfumadas. Entonces ella pasaba de largo. Hasta que un día, sin más ni menos, la flor murió.
Ella llegó a casa y se llevó un susto, la flor estaba completamente muerta, su raíz estaba reseca, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La joven lloró mucho y contó a su padre lo que había ocurrido. Su padre entonces respondió: “Yo ya me imaginaba que eso ocurriría, y no te puedo dar otra flor, porque no existe otra flor igual a esa, ella era única, al igual que tus hijos, tu marido y tu familia”.
Todas son bendiciones que el Señor te dio, pero tú tienes que aprender a regarlas, podarlas y darles atención, pues al igual que la flor, los sentimientos también mueren. Te acostumbraste a ver la flor siempre allí, siempre florida, siempre perfumada, y te olvidaste de cuidarla.
Hoy es el día en que hagamos nuestra listita de prioridades y pongamos en ella, sí ¿por qué no? a todas aquellas personas que he dejado de visitar, acompañar y compartir en este presente que me acompaña. ¿Hace cuánto tiempo que no ves a tu mamá o a tu abuelita, has platicado con ellas, les has llevado un pequeño presente? ¿Y tus padrinos de bautismo o primera comunión, ya los saludaste para el día de su cumpleaños? ¿Qué decir de aquel compadre que hasta la pista le perdiste? Pero para qué ir tan lejos, entra a tu casa y ve a tus hijos, sobrinos, primos y hermanos, ¿no será que otros quehaceres, pasatiempos u obligaciones ocupan tus días y tus horas? Hoy haz un corte de caja y retoma esta relación, verás que la vida tendrá un nuevo brillo, no sólo para ti.
ddoren@legionaries.org