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Chiara Luce Badano |
Hoy 25 de septiembre de 2010 se ha celebrado una gran fiesta en el Santuario de Nuestra Señora del Divino Amor en Roma, el motivo: la beatificación de la joven italiana Chiara Badano, miembro del Movimiento de los Focolares. Una fiesta repleta de jóvenes venidos de los cinco continentes que ven en Chiara un ejemplo a seguir.
Chiara Badano, mejor conocida como Chiara “Luce” Badano, mantuvo una relación muy estrecha con Chiara Lubich fundadora del Movimiento de los Focolares, quien le colocó el nombre “Luce” (luz), porque decía ver en Chiara la luz del Espíritu Santo. De ella también decía: “se ha jugado la vida por un gran ideal; Dios”.
Chiara Badano una joven de nuestros tiempos (29-10-1971 /07-10-1990) que tuvo las misma inquietudes que tienen todos los jóvenes de hoy; estudiaba, cantaba, se destacaba jugando al tenis, compartía con sus amigos y soñaba con ser aeromoza.
Desde pequeña compartía sus cosas y sus juguetes con los demás. Ahorraba dinero para dárselo a los que ella llamaba “los negritos”, los africanos y luego de su muerte continuó dando de sí ya que antes de morir aceptó donar sus corneas. En la emotiva ceremonia de beatificación, llena de simbolismos alusivos a la vida de Chiara, estaban presentes una representación de “sus negritos” y también uno de los jóvenes que gracias a ella puede ver. Se ha dado toda ella, antes y después de su muerte, que gran ejemplo en un mundo en el que imperan el egoísmo y el colocarse antes que los demás.
A tan solo un mes de que la ONU proclamara el Año Internacional de la Juventud, la iglesia, ha exaltado la figura de Chiara Luce Badano y la erige como modelo principalmente para los jóvenes.
La ONU a través de sus programas propone a los jóvenes sexo libre, anticoncepción, aborto, homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad.
Chiara Luce Badano, representa la castidad, el dominio de sí, el heroísmo al aceptar la voluntad de Dios en su vida cuando a los 17 años un cáncer óseo se presenta para acabar con sus sueños de juventud y pone fin a su vida cuando tiene 18. Fueron meses de intenso dolor y de sufrimientos. No buscaba evadir el dolor, lo sufría con alegría porque decía era lo único que podía ofrecerle a Dios. Ante los avances de su enfermedad y la inefectividad de los tratamientos y de las operaciones realizadas que hacían ver la proximidad de su muerte ella decía: “¡Por ti, Jesús, si lo quieres tú, lo quiero también yo!”.
Cuenta su madre que antes de morir Chiara quiso despedirse de todos los que se encontraban fuera de su habitación orando por ella y su madre notó como se despedía de manera muy especial de los jóvenes. Al marcharse todos su madre le dijo que había notado la manera como ella había saludado a los jóvenes y ella le dijo: “Los jóvenes solo tienen una vida y deben emplearla bien, es decir, deben darle un buen sentido, seguir un proyecto de vida y cumplir la misión que Dios les ha encomendado”.
Gracias por tu testimonio de vida Chiara Luce, “Clara Luz”,
¡Luz para el mundo!
Esther María Iannuzzo.
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