![]() |
Cardenal Daniel DiNardo de Galveston-Houeston |
WASHINGTON, jueves 26 de agosto del 2010. La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos manifestó, a través del Cardenal Daniel DiNardo de Galveston-Houston quien es el presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de esa conferencia, su satifacción ante la sentencia dictada por la Corte Federal de los Estados Unidos de deterner la financiación por parte de la administración Obama de investigaciones científicas de células madre provenientes de embriones humanos y calificó el fallo judicial de una "gran victoria para el sentido común y una ética médica sólida".
Este hecho también reivindica la lectura del lenguaje estatutario del Congreso sobre investigación de embriones que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha defendido por más de una década.
Cada año desde 1996, el Congreso ha aprobado la enmienda Dickey para prohibir la financiación de cualquier "investigación en la cual" se requiera dañar o destruir embriones humanos. Esto debería haber asegurado que los contribuyentes no se vean forzados a financiar proyectos de investigación científica que requieren la destrucción de vida humana en su estado primario. Sin embargo, comenzando desde un memorándum legal comisionado por la administración Clinton en enero de 1999, esta ley ha sido distorsionada y reducida para permitir la financiación federal de investigación que depende de forma directa de dicha destrucción.
Asimismo, indica el Cardenal, en el debate sobre la reforma de salud señalamos que una orden ejecutiva por sí misma no puede cambiar el significado de una ley aprobada por el Congreso y que la tradicional política en contra de la financiación de planes de seguro médico que incluyen el aborto no se cumple, sino que se evita, mediante una distinción en los libros que simplemente separa cuentas dentro de dichos planes.
"La tarea de todo buen gobierno es usar su poder de financiación para dirigir allá donde mejor se sirva y respete la vida humana, no buscar nuevas maneras de evadir esta responsabilidad", afirman los obispos. Espero que esta decisión de la corte aliente a nuestro gobierno a renovar y expandir su compromiso con otras vías de investigación de células madre que sí son éticamente aceptables. Estas otras líneas de investigación están demostrando mayor promesa de aliviar los sufrimientos de los pacientes que la investigación destructiva de embriones humanos.
Esther María Iannuzzo.
Fuente de la información: UNITED STATE CONFERENCE OF CATHOLIC BISHOPS
No hay comentarios:
Publicar un comentario